Seguro que ya has tenido más de una vez algún ataque de hipo que no podías parar. Pero no te preocupes, ¡hoy descubrirás por qué ocurre y cómo pararlo! Continúa leyendo si quieres descubrirlo.
¿Por qué tenemos hipo?
El hipo es producido por contracciones y espasmos voluntarios de nuestro diafragma, músculos alrededor de las costillas y pulmones. Cuando estos se contraen de manera involuntaria, la glotis (donde se encuentran nuestras cuerdas vocales) se cierra, obstruyendo la entrada de aire a nuestros pulmones. Simultáneamente, nuestro diafragma trata de forzar la inhalación de aire, mientras la boca y la garganta tratan de hacer lo contrario. Es entonces cuando respiramos de una forma rápida y corta, provocando el característico sonido.
El hipo puede ser muy irritante, ruidoso e incómodo, pero menos mal que este no perdura por mucho tiempo…
¿Cómo podemos pararlo?
¿Alguna vez has escuchado algún truco para pararlo? Como por ejemplo que alguien te de un susto, o beber un vaso de agua de trago y sin respirar. Aunque hay muchísimos “trucos” para frenarlo, no todos funcionan. Así que estate atento, porque vamos a contarte cuáles son los más efectivos desde un punto de vista científico.
Si realmente quieres pararlo, lo que deberías hacer es parar, momentáneamente, tu ciclo respiratorio, y mantener la respiración hasta que el ciclo de esta vuelva a su estado habitual. Otra manera muy efectiva de pararlo es respirar en una bolsa de papel, ya que esto incrementará la cantidad de dióxido de carbono en nuestra sangre, ¡haciendo que el hipo pare!
Algunos trucos más para hacer frente al hipo:
- Hacer cosquillas en la parte superior de la boca
- Mantener la respiración durante unos segundos
- Beber algo de agua
¡Esperamos que con esto hayas aprendido a combatir el hipo! Así que la próxima vez que lo sufras, o que un amigo cercano tenga hipo y quieras ayudarle… ¡Pon en práctica estos cons…hip…ejos…hip!
