Un grupo de científicos del instituto Wake Forest que se dedican a la Medicina Regenerativa, en los EE.UU., ha desarrollado una impresora que permite imprimir una oreja y órganos vivos en cualquier formato, lo que supone un gran avance dentro del área de la medicina regenerativa.
Esta impresora, según anunció Anthony Atala: “Utiliza tan solo unas pequeñas agujas con las que es capaz de depositar, con enorme precisión, un material biodegradable, muy semejante al plástico, que da forma al tejido. Este material es un gel compuesto por agua y células. Entre estas dos estructuras [el plástico biodegradable y el gel con las células], se forma una malla de microcanales. Estos permiten que el oxígeno y los nutrientes del cuerpo se puedan difundir, lo que hace que se puedan mantener las estructuras vivas mientras que los tejidos van desarrollando sus propios vasos sanguíneos”.
Como si estuviésemos haciendo un bizcocho, los ingredientes para hacer una oreja son: un gel a base de agua, gelatina (que permite solidificar el gel a 25º), fibrinógeno, ácido hialurónico y glicerol. Capa a capa, la impresora empieza a “cocinar” la oreja que, una vez acabada, tiene una altura de 3,2 centímetros (cm), una largura de 1,6 cm y 0,9 cm de espesor.
Actualmente los órganos que se han fabricado con esta impresora no se han implantado en ningún ser humano. No obstante, los científicos confían en poder probar estas orejas, huesos y músculos en seres humanos en un futuro próximo.