¡El Sol emite vientos solares que están formados por una especie de plasma que puede llegar a alcanzar millones de grados centígrados! Estos vientos solares liberan partículas muy energéticas (electrones, protones e incluso neutrinos) que acaban siendo canalizadas por el campo magnético terrestre. Cuando estas partículas chocan contra la atmósfera terrestre crean un fenómeno óptico que nos permite observar luces con tonos verdes o rojizos.
Pero este fenómeno no solo se produce en nuestro planeta, también se pueden observar estas luces celestiales en otros planetas como Júpiter, Marte, Venus o Saturno!
El fenómeno se denomina aurora boreal cuando se produce en el hemisferio norte. El nombre lo escogió Galileo Galilei y hace referencia a Aurora, diosa romana del amanecer y a Bóreas, dios griego de los vientos del norte. Por otro lado, en el hemisferio sur se denomina aurora austral. El nombre fue propuesto por James Cook ya que austral significa que se encuentra en la parte sur del planeta.